Testimonios de mujeres

 

Eva

Regenerador, nutritivo, sanador.

Conectando con mi feminidad, sensualidad y belleza desde la raíz.

También sentí mucha cercanía y complicidad con las mujeres que asistieron.

Y mi capacidad de volar..

Gracias, gracias, gracias!

 

Iratxe

El Taller de la Diosa ha supuesto para mi un encuentro delicado y armonioso de conexión conmigo misma y descubrimiento. Para mi ha sido muy importante el reconocimiento del poder de lo femenido y de nuestras cualidades como mujeres, así como la sanación interior.

Me ha resultado muy interesante el tema del cual no era consciente, así que una experiencia muy bonita e intensa que me alegro de haber compartido con todas.

 

Yurena

El taller el Despertar de la Diosa ha sido para mí un experiencia que va más allá de un simple taller para trabajar determinadas cosas, si no que ha supuesto el despertar en mi de aquello que había tapado, reprimido u olvidado como mujer y como persona.

Ha sido una experiencia que ha supuesto un despertar no sólo para mi alma y mi conciencia sino también para mi físico. En este taller se trabajan muchísimas cosas y a cual más especial.  Pero hay dos de los trabajos que hicimos, que me marcaron muchísimo. Uno la conexión con mi diosa interior, porque me di cuenta de quién soy y de cómo he tapado a esa mujer por miedo a enseñar mi fuerza, cediendo mi poder a otros. Y el segundo trabajo que me impactó fue la conexión  y sanación con el útero. Desconocía que fuera tan importante conectar y sanar el útero y lo que ello implica en la mujer. No quiero dar muchos detalles porque entra a formar parte de mi vida privada  y personal, pero puedo decirles que me ayudó entre otras muchas cosas, a sanar un problema (no muy  grave afortunadamente) que llevaba años, tanto como 9, afectándome.

Es una vivencia llena de amor, aceptación, disfrute, dejar ir y de despertar a la diosa que hay en ti. Creo que toda mujer debe realizar alguna vez en su vida este taller para conectar con aquello que hemos perdido, siendo consciente o no de ello. Es una experiencia única y necesaria. Yo lo haré nuevamente.

 

Lola

He sentido la tensión en la zona de la pelvis. Gracias a la conexión de Anabel sentí esa parte de mi útero más encogida que no era consciente. Conecté con el dolor, el abandono. Cuando lo sentí liberé con lágrimas y empecé a sentirme en paz y con una mayor relajación.

 

Manuela

 «¿Cómo resumir mi experiencia de sanación y  de despertar el poder de la Diosa que habita en mí, sin dilatarme en un extenso resumen de palabras carentes de sentido y calidez? Siento que solamente es posible comunicándolo desde el corazón.

Tras 30 años de insoportables dolores menstruales que desembocaron en una endometriosis y múltiples quistes ováricos con la consiguiente intervención quirúrgica y posterior regreso de fuertes dolores menstruales y reinicio del mismo proceso, no fue hasta que realice el taller de la Diosa que MI SUFRIMIENTO MENSTRUAL  DESAPARECIÓ

Me dije a mí misma ¿por qué no? ¿Qué puedo perder al realizar esta terapia? Y doy gracias a la vida por brindármela porque no solo es lo que solté si no lo que además encontré.

– Descubrí que las mujeres tenemos un hermoso cáliz sagrado que nos permite gestar el milagro de crear vida, que es dorado, puro, sagrado y divino.

– Descubrí que soy una mujer bella, femenina y cambiante como la tierra misma que habito y me habita.

­- Descubrí un hermoso grupo de mujeres  ayudándonos, amándonos y compartiendo el hermoso poder que habita en el despertar de la Diosa.

Y descubrí la estrecha relación que existe entre la enfermedad y la falta de amor.

Gracias Anabel porque, a través de tu trabajo y entrega incondicional, hoy yo puedo amarme un poco más.

 

Virginia

«El taller El Despertar de la Diosa fue una experiencia inolvidable en todos los sentidos, empezando por el mero hecho de compartir vivencias con un grupo hermoso de mujeres y ser guiadas en la experiencia por la mano amorosa de Anabel.

En lo personal, la sanación de útero realmente me ayudó a liberar dolores enterrados y a afianzar un proceso de autosanación (de una enfermedad tristemente de moda en estos tiempos, la endometriosis) a través del reconocimiento, la afirmación y el empoderamiento de mi esencia femenina.

Recuperar la memoria de quiénes somos, recordar la fuerza que reside en nuestro linaje y nuestras ancestras, disfrutar de la vivencia femenina del mundo, sentirnos libres y felices en nuestros cuerpos. Si el futuro de la Humanidad pasa por nuestros vientres, es hora de honrarlos como se merecen»